Se trata de uno de los elevadores forrados de cristal que recientemente echó andar la plaza, sin embargo, ya vemos que el funcionamiento deja mucho que desear.
Con camiseta, short y una maleta, el joven de unos veintitantos años permaneció con un poco de desespero dentro del elevador.
Evidentemente el hecho desató algunas sonrisas entre los curiosos que obviamente no estaban en el lugar del joven.
Poco a poco fueron congregándose las personas en torno al elevador de cristal para observar al joven atrapado como si de una mascota en jaula se supusiera.
Fuente: El Dictamen
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