lunes, 23 de abril de 2018

AMLO el centro de los ataques del primer debate presidencial


Ciudad de México.– Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, se convirtió en el centro de los ataques de sus oponentes durante el primer debate de la campaña presidencial 2018, tal y como lo previeron analistas consultados por SinEmbargo. El recuento muestra que el 49 por ciento de los embates recayeron sobre él.

En el primer debate presidencial de este proceso electoral –realizado en el Palacio de Minería en la Ciudad de México– se planteó como tema general Política y Gobierno, y se dividió en tres bloques: Seguridad Pública y Gobierno, Combate a la Corrupción e Impunidad, y Democracia Pluralismo y Grupos en Situación de Calle.

En todos los bloques, el político tabasqueño fue cuestionado por sus propuestas al punto que en uno de ellos el candidato que representa a los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Encuentro Social (PES) y del Trabajo (PT), dijo a sus oponentes: “Me están echando montón”. Los números muestran que López Obrador debió gastar gran parte de su tiempo en defenderse: fue el que más réplicas tuvo. Esto como consecuencia de la cantidad de ataques.

Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, más suelto, se convirtió en el que mayor ataques lanzó; sin embargo, él mismo reconoció que no haría propuestas pues apenas las está recogiendo de los propios ciudadanos y será hasta el tercer mes de la campaña, en junio próximo, cuando difunda su plataforma de propuestas para gobernar a México.

Ricardo Anaya Cortés, candidato de la coalición “Por México al Frente” –integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC)– mostró buenas maneras para debatir: combinó sus propuestas con ataques a sus adversarios, pero también ocupó parte de su tiempo para responder por los señalamientos que se le hacen en torno a su modo de vida “de magnate”, como le dijo José Antonio Meade Kuribreña, y la presunta corrupción en el caso de la compra-venta de una bodega industrial en Querétaro su estado natal.

En tanto, Meade –candidato de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza– se concentró en cuestionar tanto a AMLO como a Anaya, y él fue el centro de las más duras críticas a la hora de que tanto sus oponentes como los propios moderadores del encuentro le cuestionaron la corrupción del PRI y sus gobernadores, en general, del Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, incluido los casos Odebrecht, la llamada “estafa maestra”, el socavón de la autopista México-Morelos y, entre otros, su cercanía con el priista César Duarte Jáquez, ex Gobernador de Chihuahua, y hoy prófugo de la justicia.

Margarita Zavala Gómez del Campo se defendió de los cuestionamientos si será ella la que gobernara si resulta electa Presidenta o su esposo, el ex mandatario Felipe Calderón Hinojosa. Durante su participación se dirigió varias veces a los mexicanos para decir que ella era la única candidata que se comprometía a dar la cara y a responderles por todas las promesas, y para ello abriría un observatorio ciudadano. Trató de llamar la atención de las mujeres en varios momentos del encuentro, y también reiteró lo que antes se le ha criticado: su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo y a mantener a las fuerzas armadas en la calle para combatir la inseguridad.

El primer debate oficial de los candidatos a la Presidencia de la República inició a las 20:00 horas de este domingo. Durante poco más de dos horas consecutivas, los cinco aspirantes -cuatro hombres y una mujer- hicieron un total de 51 propuestas sobre “seguridad pública y violencia”, “combate a la corrupción y a la impunidad” y “democracia, pluralismo y grupos vulnerables”. También repartieron 77 ataques entre sí.

El candidato puntero en las encuestas tuvo que enfrentar la mayor parte de las ofensivas: recibió 38 en total (el 49 por ciento de los ataques). Pero no se quedó bateando en home. El político tabasqueño también abordó el montículo para lanzar una que otra bola curva con la intención de evitar que sus contrarios se le adelantaran en la carrera presidencial.

Atacó de manera indirecta a los candidatos Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade Kuribreña. Además de criticar a la “mafia del poder”, el tabasqueño habló en tres ocasiones sobre las malas gestiones de los gobiernos priistas; y en dos más, refirió que las malas condiciones en que se encuentra el país también son culpa de las administraciones panistas.

El conteo de ofensivas hechas por López Obrador finalizó en siete. Y a lo largo del proceso, se vio obligado a replicar en 11 ocasiones las acusaciones en su contra. “Me traen en la punta de la lengua”, fue otra de sus expresiones más emblemáticas de la noche.

Cuando fue atacado, AMLO se mostró sereno e incluso sonrió confiado. Sin embargo, sus réplicas no fueron contundentes. Tampoco las nueve promesas que hizo. Dijo cosas tan generales como que convocaría a “personalidades que conocen de la materia para solucionar el problema de la violencia”, “vamos a acabar con la corrupción”, a “gobernar con el ejemplo” y a “acabar con privilegios”.

Fuente: Sin Embargo

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